BULLYING EN NUESTRAS INSTITUCIONES EDUCATIVAS
José Ramos Flores
Desde tiempos remotos las escuelas y
los colegios son consideradas como el segundo hogar de los niños y jóvenes escolares,
pues allí conviven con sus pares y tienen como sus segundos padres a los
profesores. Sin embargo, en los últimos tiempos esta situación viene cambiando,
muchas de nuestras Instituciones Educativas han dejado de ser lugares seguros
para los niños, pues en ellas se han venido reportando casos de violencia
escolar que llama mucho nuestra atención.
Los frecuentes casos de violencia
escolar, ha hecho que los padres de familia comiencen a preocuparse sobre la
situación de sus hijos en las escuelas públicas y privadas, sobre los efectos
negativos de la violencia en el bienestar de los niños, así como en el logro de
sus aprendizajes.
Como muestra tenemos las estadísticas del
Ministerio de Educación, quienes señalan que en los 9166 Instituciones
Educativas estatales y particulares afiliados al Sistema de Reporte de casos
sobre Violencia Escolar (siseve.com) del Ministerio de Educación[1], 803 estudiantes han
denunciado ser víctimas de acoso escolar o bullying, ello implica que cada día
unos 30 estudiantes son insultados, golpeados, abusados sexualmente o
humillados por otros compañeros. Esta situación se corrobora con las múltiples
denuncias que se ve en los medios de comunicación: radio, televisión, revistas
y periódicos.
Conforme al artículo 13° de nuestra Constitución,
“la educación tiene como finalidad el desarrollo integral de la persona humana”.
Asimismo en su artículo 14° señala que la educación “prepara para la vida y el trabajo
y fomenta la solidaridad”. Entonces ¿Qué está pasando en nuestras escuelas? En
medio de violencia escolar ¿Cómo se fomenta el desarrollo integral de nuestros
niños y jóvenes? ¿Dónde quedaron los valores? ¿Qué está fallando? ¿Será que la acción
del Estado es muy poco, será que en nuestras Instituciones Educativas se está
perdiendo ese espíritu educador, será que las familias ya no están cumpliendo
su rol de inculcarles valores humanos y espirituales, será que los medios de comunicación
están influyendo de manera negativa en el comportamiento de los niños y jóvenes?
Podemos continuar haciéndonos múltiples
preguntas. Sin embargo, el problema de la violencia escolar, más específicamente
del acoso escolar o bullying no es sino el resultado de la combinación de todos
estos factores: Fallas en el sistema educativo, en las escuelas, en la familia,
en los medios de comunicación, en la población en general. Como ejemplo, la atención
que brinda el Estado a este problema no es nada alentador, como ha señalado el
diario El Comercio en una de sus publicaciones, en ciudades como Piura, Arequipa
y Chiclayo, los psicólogos dedicados a prevenir y tratar casos de violencia
escolar no supera de 10 en cada una de ellas[2].
Entonces ¿cuál es la solución que el Estado y la sociedad peruana que da a esta
problemática? ¿Cómo proteger los derechos fundamentales de estos menores que
sufren los efectos del bullying?
Por otro lado, tenemos muchas familias
carentes de valores, familias que más están interesados en la fama y la
riqueza, a quienes poco les importa la unidad y la integridad familiar, cuyas
consecuencias están sufriendo sus hijos y muchos de ellos están descargando la
ira y la rabia contenida con otros niños, y en otros casos, sumidos en la
tristeza y la preocupación, soportan los abusos de otros, pues para ellos la
vida ya no tiene sentido. También tenemos que muchas Escuelas y Colegios ya no
tienen interés en el aprendizaje y el bienestar de los niños, sino en el
beneficio que obtienen a través de las escuelas, así también tenemos profesores,
mayormente a causa de la mala remuneración, prefieren buscar su sustento en
otras actividades, interesándose ya menos por el bienestar de los estudiantes. A
ello hay que sumar la nefasta influencia de los medios de comunicación, que
lejos de educar e inculcar valores humanos en la población, entre ellos los
escolares, transmiten programas indecentes, programas que propician la discriminación,
la cosificación y la práctica de antivalores como chismes, murmuraciones, críticas
negativas, infidelidad, competencia desleal, etc. De igual manera a nivel de
nuestra sociedad a diario vemos abusos, corrupción, competencia desleal, etc.
Todo ello ha hecho que nuestro niños, sin querer absorban todo lo negativo y
exterioricen en violencia contra sus pares.
Sin embargo, en medio de todo ello,
aún tenemos muchas personas, familias, instituciones públicas y privadas que se
mantienen íntegros, que son ejemplos que imitar. Conjuntamente con ellos hagamos
fuerza común para luchar por los derechos de estos niños y jóvenes que sufren
los efectos negativos del bullying. No olvidemos los valores que sostienen a la
humanidad. No hay otra manera de vencer, practicando los valores, respetando
los derechos de los demás, no haciendo a los demás lo que no quisiéramos que
hagan con nosotros.
El bullying está en nuestras escuelas,
es nuestra tarea desterrar. Todos podemos apoyar, tan solo tenemos que
practicar los valores y respetar los derechos humanos de cada uno de nuestros prójimos.
[1] El Ministerio de Educación ha puesto
en funcionamiento del Sistema Especializado en Atención de Casos sobre
Violencia Escolar, cuya página Web se puede revisar en: http://www.siseve.pe/
[2] Diario El Comercio. Publicación de Fecha 02 de mayo
del 2014. Puede leerse en la siguiente dirección:
http://elcomercio.pe/peru/pais/al-menos-30-ninos-al-dia-son-victimas-bullying-peru-noticia-1726649
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